15 April 2007

Comienzos como SEO.

Hace unos cuatro meses que escribí la entrada anterior y me pido disculpas a mi mismo por mi falta de auto-palabra, al no mantenerme escribiendo ni siquiera dos semanas. Mi intención es buena y real, pero mi voluntad inexistente.

En fin. A lo que iba, hace cosa como un mes, me han nombrado SEO del proyecto en el que estamos sumergidos, un proyecto bastante ambicioso, tecnológicamente bonito, pero bastante explotado en el mercado. Veremos a ver lo que pasa...

Mis primeros ejercicios como SEO casi ficticio han sido definir el conjunto de palabras por las que vamos a competir y la definición de las url´s. Todo esto es realmente divertido, complejo y casi aleatorio, e imposible de saber de antemano lo que funcionará o será un problema, pero igualmente es divertido.

Analizando la competencia, y distintos sitios con contenido relativamente parecido, leyendo sobre SEO, hablando con gente que tiene más experiencia que yo en el sector, etc, etc... me he dado cuenta de lo que es realmente "ser un SEO". Es un puesto de trabajo bastante distinto a los demás del sector, porque, no es como un programador que se dedica a picar código (me siento programador...), ni un jefe de proyecto, que se dedica a definir el código que tienen que picar los programadores... un SEO es un ente abstracto dentro de un proyecto web que pica código si le es necesario, que analiza y juega, que intenta hacer ingeniería inversa, que invierte en mejorar los resultados, ...

Una cosa que he leido en algún que otro sitio referente a este sector, es que un buen SEO nunca puede garantizar buenos resultados, y algo que no he leido es "que son buenos resultados". Para el proyecto en el que estoy trabajando, buenos resultados serían salir en primera posición en google para toda busqueda relativa al conjunto de palabras que ambiciono. Un resultado decente, sería aparecer aparecer en las primeras 3 páginas para las long tail a la sque aspiro, y un resultado malo, permanecer en sandbox eternamente.

Todo se verá en los próximos tiempos. Me siento como si hubiera entrado en una nueva secta, el SEOTEISMO, en la que para España, Google es nuestro dios.